Al escuchar la palabra Influencer, puede que se piense en un adolescente sacándose una foto y subiéndola a las redes sociales para miles de seguidores. Si bien es una forma de entenderlo, también hay de otro tipo: profesionales que elaboran y comparten contenido en medios digitales, incluyendo áreas como economía y finanzas; un fenómeno que también ocurre en Mendoza
Influencer se traduce al español como influenciador, y se les llama así a personas con cierta credibilidad en un tema dentro del mundo digital. Pueden utilizar distintas redes sociales como Facebook, Instagram o YouTube, según su perfil y estilo.
En Mendoza, varios economistas comparten fotos personales o notas de medios, pero pocos elaboran un contenido especial para redes. Una economista que sí lo elabora es Elena Alonso, asesora financiera y socia de Criteria Broda, quien comparte material en Instagram y LinkedIn.
Con videos cortos de 1 minuto, ella da sugerencias para ahorrar y ordenar las finanzas personales (por ejemplo, clasificar los gastos en fijos y variables), pensando en personas sin conocimientos técnicos financieros, o profesionales que quieren empezar a invertir.
Para Elena Alonso se trata de “acompañar en ese proceso a las personas para que empecemos a tener un poco más de educación financiera”. Si bien la red Instagram creció mucho en los últimos años, ella destacó también el uso de LinkedIn, ya que esta última se relaciona con el mercado laboral y el desarrollo de habilidades laborales.
¿Qué preguntas son habituales para esta economista? “Preguntan mucho por cómo ordenarse financieramente y también la conveniencia de invertir en pesos o en dólares, cómo empezar a invertir, en qué me conviene invertir y cómo hacerlo”, respondió. Además, consideró que es una buena herramienta para “desmitificar” las finanzas, a veces solo vinculadas a la especulación.
El contenido se comparte gratis, pero para profundizarlo se pasa a otra relación paga (como con cualquier profesional). En ese sentido, para Alonso en las consultas online o por redes “se generan otro tipo de clientes a los cuáles no tenés llegada de manera presencial”, e incluso muchos son jóvenes que no quieren tener una reunión presencial sino una videollamada por Zoom.
En 2016, el profesor universitario Juan Antonio Zapata (hoy decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Mendoza) se hizo famoso por generar videos sobre economía y subirlos a YouTube. Hoy su perfil -ya en desuso- acumula 5.190 suscriptores, con un video con 65.483 visualizaciones, otro con 49.402 visualizaciones y otros menos vistas.
Sin embargo, además de usar la herramienta, el influenciador debe mantener activa su cuenta publicando de forma periódica. Además, debe intentar responder a los seguidores para generar retroalimentación, lo que contribuye a una mayor confianza y sensación de “comunidad”.
Gonzalo G. Diez, economista, comenzó a producir y subir videos a YouTube en 2020. Una parte está destinada a emprendedores, con temas como estructura de costos o flujo de caja, y herramientas como Excel, Mercado Pago o Google Calendar. Otra parte son entrevistas a empresarios y profesionales. El año pasado sumó Instagram y hace poco TikTok (red popular en videos cortos).
“El tipo de contenido es economía bajada a la tierra, para que cualquier persona la pueda entender. Está orientado a gente que está emprendiendo o que quiere ser freelancer o trabajador independiente, y eso se complementa con un poco de finanzas”, comentó Diez, quien prefiere el término “elaborador de contenido” antes que influencer.
Algo llamativo para Diez es que muchas veces al oír de Economía la gente piensa en el dólar o la balanza de pagos, pero la Economía también se encarga de cuestiones “microeconómicas”, como finanzas personales o una pequeña empresa. Mientras a un economista en la calle le pueden preguntar por cómo estará el dólar, él habla de cómo ahorrar o en qué invertir.
Además, Diez analizó que internet es un buen lugar para buscar una opinión rápida, y en base a comentarios y seguidores se puede evaluar si quién lo dice es confiable. En cuanto a preguntas habituales, le consultan cómo ahorrar aún cuando cuesta llegar a fin de mes, o cómo planificar en medio de una alta inflación.
Las redes sociales también son un buen lugar para encontrar consejos o “tips” de temas como oratoria y productividad personal. No se trata de solo una frase motivadora con un paisaje de fondo, sino de recomendaciones y herramientas para la vida real.
Marita Abraham desde hace más de 25 años trabaja en el desarrollo de habilidades. Ella aprovecha las redes sociales para generar y compartir consejos sobre planificación, productividad, oratoria y transformación personal, visto desde la neurociencia aplicada y la gestión del optimismo (es autora de un libro sobre ese tema).
“Mi intención siempre fue compartir contenido de valor en un medio extraordinario como las redes sociales. De hecho tengo muchos seguidores en cada formato y la idea siempre fue difundir contenido de valor… ¡Creo que a nadie le interesaría una foto mía en las vacaciones!”, bromeó Abraham. Su estrategia es trabajar un tema cada mes, y con su equipo diseñan un calendario de publicaciones.
Cada red tiene su estilo y su público: así como en Instagram importa más la imagen y apunta a un público joven, en Facebook se puede jugar con más texto para un público adulto. Abraham es consciente de ello y adapta su material a cada una, de forma que si a una persona le llamó la atención una imagen en Instagram, puede profundizar con un video en YouTube.
Esta consultora cree que “la inquietud máxima de las personas es transformarse, tener un mayor bienestar”, y le parece llamativo que muchos no se quedan con “la frase bonita”, sino que buscan consejos para poder cambiar en su vida cotidiana. “Valoran mucho los consejos, por ejemplo para ser más productivos, y aprovechan partes gratuitas de cursos que dicto online”, señaló.
Hacia adelante, Abraham planea profundizar en Podcast, similar a programas de radio disponibles online. “Compartir contenido en redes supone un desafío alrededor de cómo comunicar, de tener una voz propia y un mensaje. Es una posibilidad que conlleva una responsabilidad. Se diferenciará quien solo sube una foto y quien tiene contenido, porque con eso último la gente conecta”, reflexionó.
Elena Alonso, asesora financiera y socia en Grupo Broda:
“Creo que en Argentina tenemos muy poca educación financiera y es algo básico para que un país crezca. Esto ayuda a desmitificar el hecho de que las finanzas son algo frío, asociadas a la especulación. Hay herramientas que son para inversión y financiamiento que ayudan en el día a día de las personas y que permiten también generar un sistema más productivo”.
Gonzalo Diez, economista y elaborador de contenido:
“Es una tendencia que crece, y muy rápido, porque ahora la gente compra o toma decisiones por alguna referencia o alguna opinión. Cuando no tenés un experto en tu familia o en tus amigos para preguntarle su opinión, lo vas a buscar en internet. La gente necesita una opinión y en internet es muy rápido conseguirla”.
Marita Abraham, neurocoah y consultora:
“Creo que esto se va a ampliar. Hay varios puntos, el primero es el tema de comunidad y tribu, alrededor de un generador de contenido se genera una comunidad. El segundo punto es que hay nuevos espacios y redes, yo estoy asombrada con los podcast porque los escucha gente de distintos países”.